martes, 1 de mayo de 2012

El desayuno, la comida principal


El doctor Alberto Cormillot publicó en su sitio web un artículo sobre la importancia de no salir en ayunas, una clave que todo el mundo debe tener en cuenta para nutrirse bien.

El texto del artículo es el siguiente:

Hacer la primera ingesta del día en forma completa y balanceada favorece la concentración, el rendimiento y el aprendizaje. Desayunar es importante en especial para los chicos, que están creciendo y formando sus hábitos alimentarios.


Durante la noche, mientras dormimos, nuestro metabolismo trabaja más lentamente. Para ponerse en marcha al comenzar el día, el cuerpo necesita acelerar el metabolismo con un "combustible": el desayuno.


Si en esta primera comida elegimos cereales u otros alimentos bajos en grasas y elevados en hidratos de carbono estaremos obteniendo nutrientes esenciales, lograndosensación de saciedad y disminuyendo el deseo de comer a media mañana.


En cambio, saltear la primera comida del día induce a comer alimentos grasos en las horas siguientes, a media mañana y al mediodía. Esto suele sucederles a los niños que se van de casa con el estómago vacío y luego compran en el kiosco golosinas o chocolates. 


Más energía
El rendimiento escolar y laboral mejora con un desayuno de alta energía. Durante la noche bajan los porcentajes de azúcar en sangre, y los niveles muy bajos de azúcar en sangre se asocian con dificultades para memorizar, concentrarse y aprender. Desayunar eleva los niveles de azúcar en sangre y así ayuda al cuerpo a funcionar con mayor efectividad.


Existe también un vínculo entre el cociente intelectual y la ingesta de hierro. El desayuno es una buena oportunidad para consumir alimentos con hierro, como cereales fortificados sin azúcar o panes integrales. El jugo de naranja brindavitamina C, necesaria para la absorción del hierro que proviene de fuentes vegetales.


Tomar líquidos
Comenzar el día deshidratado lleva a dificultades de concentración, dolores de cabeza e irritabilidad. Beber agua, jugos de frutas, leche, té o café ayuda a comenzar el día con la hidratación correcta. A partir de los dos años puede introducirse leche semidescremada, en tanto que la leche totalmente descremada no debe utilizarse hasta después de los cinco años de edad.


Variado y regular
Es importante crear y mantener el hábito del desayuno. Cuide que su hijo tome siempre el desayuno antes de ir a la escuela, y propóngale alternativas interesantes para variar los ingredientes. Puede incluir un sandwich de miga, tostadas, frutas frescas o secas entre otras posibilidades, pero manténgalo siempre en forma regular.


¿Apurada?
Lo mejor, como siempre, es educar con el ejemplo. Será difícil que su hijo se habitúe a desayunar si ve que usted no lo hace, o sólo toma mates de pie, en medio de corridas para salir a tiempo. Por eso, genere espacio y tiempo apropiados: tal vez levantarse unos minutos antes facilita la posibilidad de desayunar con la tranquilidad necesaria. También puededejar preparado desde la noche anterior todo lo posible para el desayuno. Si le falta tiempo, busque alternativas rápidas y fáciles de preparar: un cartón individual de jugo de naranja y una banana grande o una barra de cereal, por ejemplo.

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